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lunes, 31 de marzo de 2008

1. RESPETO Y CUIDADO DE LA COMUNIDAD Y DE LA VIDA



¡Los animales tienen derechos!

Está en la naturaleza de los animales el imponerse en el mundo animal pero esto en sí mismo no tiene nada que ver con tener derechos. cierto momento de la historia humana alguien concibió la noción de 'derechos' y es sólo el hombre quien emplea tal concepto. ¿Por qué entonces nos referimos a derechos de los animales? La respuesta es muy sencilla: los derechos de los animales tienen como meta poner límites al comportamiento humano. Si fallamos al imponer límites legales claros al comportamiento humano en relación con los animales, será imposible iniciar procesos legales contra aquellos que excedan estos límites. Los animales son vulnerables, sin defensa y completamente en el poder de los seres humanos. Las personas que pasan por alto el bienestar de los animales deben ser demandados y hechos responsables por violar los derechos de los animales.
Las personas y los animales se relacionan entre ellos de diferentes maneras:
los amantes de los animales los tienen como mascotas
a los que les gusta el sabor de los animales los comen
a algunas personas les gustan los animales por la excitación sexual
algunas personas a las que les gustan los animales los dejan tranquilos
Temas:
¿Cuáles motivaciones son relevantes para los derechos de los animales?


Las maneras en las que nos relacionamos con los animales y los derechos que les otorgamos tiene que ver con la ética. Albert Schweitzer señaló que la ética debe tener su raíz en la compasión. Un derecho sin compasión no puede ser implementado como una acción justificable. La manera en que estos asuntos se interconectan se elaborará en este artículo.
El concepto de los derechos de los animales puede ser interpretado bastamente de diferentes maneras. Por un lado, algunos pueden ejercer el derecho a matar animales con el propósito de consumo o de deporte. Algunas personas, por otra parte, se privarán del derecho de matar aún al más pequeño de los animales por error.




















lunes, 10 de marzo de 2008

La contaminación de mares y oceanos

Este es un punto que no nos toca a los del tercer principio, pero todos trabajamos en todo.

El vertedero final para una gran parte de nuestros desechos es el océano. A él van a parar gran parte de los vertidos urbanos e industriales. No sólo recibe las aguas residuales, sino que, en muchas ocasiones, se usa para arrojar las basuras o, incluso, los residuos radiactivos.

El 80% de las substancias que contaminan el mar tienen su origen en tierra. De las fuentes terrestres la contaminación difusa es la más importante. Incluye pequeños focos como tanques sépticos, coches, camiones, etc. y otros mayores como granjas, tierras de cultivo, bosques, etc. Los accidentes marítimos son responsables de alrededor de un 5% de los hidrocarburos vertidos en el mar. En cambio, una ciudad de cinco millones de habitantes acaba vertiendo en un año la misma cantidad que derramó el Exxon Valdez en su accidente en Alaska.

Aproximadamente un tercio de la contaminación que llega a los mares empieza siendo contaminación atmosférica pero después acaba cayendo a los océanos.

En los fondos oceánicos hay, en este momento, decenas de miles de barriles con substancias como plutonio, cesio o mercurio, resultado de décadas de uso del océano como vertedero para grandes cantidades de desechos. Por ejemplo, como consecuencia de los accidentes sufridos por diversos barcos de guerra desde 1956 hasta 1989, ocho reactores nucleares completos, con todo su combustible, y 50 armas nucleares, se encuentran en el fondo de diversos mares del globo.

El exceso de aporte de nutrientes causa eutrofización en grandes zonas marítimas. En la desembocadura del Mississippi, por ejemplo, una zona de unas 4000 millas cuadradas, en las costas de Texas y Louisiana, ha perdido gran parte de su fauna como consecuencia del enriquecimiento de nutrientes continuado por el excesivo crecimiento de las algas y del empobrecimiento en oxígeno provocado por la putrefacción de estas algas.

Alrededor del 60% de las especies viven en la franja de 60 Km más próxima a la costa. Todos ellos se ven especialmente afectados por la contaminación que afecta a los mares y océanos, especialmente en la cercanía de las costas, lo que es especialmente importante teniendo en cuenta que, según algunos cálculos, procede de las costas algo más de la mitad de todos los servicios que la naturaleza, en su conjunto, provee a la humanidad (que en un estudio hecho en 1987 se evaluaron en 21.500 miles de millones de dólares)

La capacidad purificadora de las grandes masas de agua marina es muy grande. En ellas se diluyen, dispersan o degradan ingentes cantidades de aguas fecales, hidrocarburos, desechos industriales e, incluso, materiales radiactivos. Por este motivo es muy tentador recurrir al barato sistema de arrojar al mar los residuos de los que queremos deshacernos; pero en muchos , los excesos cometidos han convertido grandes zonas del mar en desiertos de vida o en cloacas malolientes.