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miércoles, 1 de junio de 2011

La ONU prevé que la economía mundial crezca un 3,3%

La Organización de Naciones Unidas (ONU) prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) mundial crezca un 3,3% en 2011 y un 3,6% en 2012, lo que supone una revisión ligeramente al alza respecto a las previsiones realizadas a principios de año, debido principalmente al impulso de las economías emergentes.

De esta manera, la ONU mejora en dos décimas su estimación anterior de crecimiento de la economía mundial para 2011 y eleva desde el 3,5% al 3,6% su previsión para 2012.

En la actualización de su informe 'Situación y Perspectivas de la Economía Mundial 2011', la ONU destaca que las principales economías de los países en desarrollo, especialmente China, Brasil e India, continuaron liderando la recuperación global.

En cambo, en las naciones relativamente ricas se registraron comportamientos "más débiles", dadas las preocupaciones sobre el elevado grado de deuda pública, que ha llevado a adoptar medidas de austeridad que reducen las previsiones de crecimiento.

En concreto, señala que la perspectiva de crecimiento se está moderando, incluso en las principales economías de Asia y América Latina, debido a varios problemas cada vez más apremiantes, como la creciente inflación, las nuevas burbujas en los precios de los activos nacionales y la mayor presión en los tipos de cambio, alimentada en parte por los grandes flujos de capital.

El informe advierte de que la recuperación global sigue siendo "frágil" y podría sufrir "contratiempos" si no se hace frente a los problemas de deuda pública y a la continuada fragilidad del sector financiero en las economías desarrolladas de forma adecuada y los precios de las materias primas continúan subiendo.

De hecho, el informe de las Naciones Unidas prevé que más países reduzcan sus medidas monetarias y fiscales de apoyo a la recuperación y sugiere una serie de intervenciones políticas globales para hacer frente a los riesgos.

Entre éstas, propone a los países desarrollados que eviten un ajuste prematuro de las políticas fiscales y las rediseñen para fortalecer el impacto en el empleo y promover cambios estructurales para lograr un crecimiento económico más sostenible en el medio y largo plazo.

Por otro lado, destaca que, aunque el desempleo descendió en algunos países desarrollados, el numero de parados de larga duración continuó aumentado. En su opinión, una de las razones de este descenso es que muchas personas sin trabajo desistieron en su búsqueda de un empleo.

A este respecto, añade que, con el actual nivel de crecimiento económico, llevara entre cuatro y cinco que las tasas de empleo recuperen los niveles anteriores a la crisis en los países desarrollados.

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