Zapatero admite que el paro es inasumible

El objetivo del Gobierno es aplacar a los mercados, que siguen desconfiando de la solvencia española

El presidente insiste, ante empresarios y financieros, en su compromiso con las reformas estructurales, que se harán con o sin consenso

Reformas. Esa fue la palabra clave del discurso del presidente del Gobierno en la presentación del cuarto Informe Económico, correspondiente al 2010, presentado ayer en la Moncloa ante lo más granado de los empresarios y financieros del país y pese a ausencias notables, a los que se sumó -en primera fila- el asesor económico de Obama y ex director de la Reserva Federal norteamericana (Fed), Paul Volcker.

Reformas, sí o sí. Zapatero insistió en el que es su mensaje recurrente desde el pasado mayo, cuando -para aplacar la desconfianza de los mercados en la solvencia de España- inició la puesta en marcha de una batería de cambios estructurales, con el mercado laboral, el sistema financiero y el de pensiones como principales áreas de intervención.

Incluso sin consenso

«Hay algo peor que la ausencia de consensos amplios para fraguar y aplicar las reformas, que es la ausencia de reformas», sentenció el presidente, para ratificar el compromiso del Gobierno con su aplicación, incluso sin los deseables acuerdos. En ese sentido subrayó que, dado que las «mejores y las que antes surten efecto» son las reformas consensuadas, el Ejecutivo lo intentará «hasta el límite de sus posibilidades».

Dejó claro que «en la primera mitad del 2011» estarán «culminadas» las transformaciones emprendidas en el 2010, porque «las necesitamos para mejorar las cotas de productividad y proyectar confianza».

Y precisamente esto último buscó Zapatero a lo largo de su discurso, en el que, aunque admitió que el 2010 ha sido un año «duro, difícil» y que la tasa de paro es «inasumiblemente alta», la economía española «se ha sumado al proceso de recuperación mundial». Se mostró confiado en poder confirmar, cuando se conozca el crecimiento del último, cuatro trimestres consecutivos de tasas intertrimestrales positivas.

Igualmente dijo estar convencido de que el «esfuerzo» derivado de las reformas contribuirá a «acercar el crecimiento del país a su nivel potencial, hasta situarse en el entorno del 2%-2,5% en el promedio 2011-2015, según nuestras estimaciones».

En lo que respecta a la culminación del proceso de reestructuración del sistema financiero, admitió que «subsisten dudas» sobre la «vulnerabilidad» de las entidades de crédito españolas por las consecuencias de la crisis en el mercado inmobiliario, pese a los resultados de los test de estrés de julio, dudas que «afectan negativamente» a sus posibilidades de financiación externa y que se traducen en el cierre del grifo del crédito a empresas y familias.

A por los inversores mundiales

Zapatero insistió en que ese precisamente -el de restablecer el crédito- es el objetivo más apremiante, por lo que la «transparencia» es fundamental. Confirmó, como ya había anunciado Elena Salgado, que este mes se publicará información pormenorizada sobre el grado de exposición de las cajas y los bancos al ladrillo.

Pero los esfuerzos para mostrar la solidez de la economía del país se redoblarán también durante la gira mundial que supondrá para los responsables del Ministerio de Economía la presentación de la estrategia de financiación del Tesoro en el ejercicio para los inversores, igual que hace un año lo hicieran la ministra Salgado y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa.

Desde Economía ayer no quisieron confirmar que el tour pretendiera tranquilizar a los mercados, y matizaron que solo se trata de presentar, «como se suele hacer por estas fechas cada año», la estrategia a los inversores, con actos en distintos lugares del globo, pero aún sin confirmar, igual que las fechas.

Convenios y pensiones

«Estamos abordando uno de los proyectos de modernización económica más importantes de toda la democracia», declaró el presidente, para destacar que de lo que queda pendiente de la reforma laboral, la negociación colectiva es de lo más importante, y el Ejecutivo la abordará si no la acuerdan los agentes sociales.

Reiteró que las medidas propuestas para la reforma de las pensiones -que será «gradual, progresiva y flexible»- son «imprescindibles», especialmente el retraso de la edad de jubilación, como lo demuestra que si en este momento hay cuatro personas en edad de trabajar por cada pensionista, «en 2050 solo habrá una y media».

Desde el PP, su portavoz económico, Cristóbal Montoro, aseguró que las «recetas agotadas» de Zapatero no harán crecer el empleo ni sacarán adelante la economía, pues «ha equivocado el diagnóstico

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